Valladolid como ciudad mediana afronta nuevos retos de movilidad marcados claramente por la digitalización y por la descarbonización. Por una parte, la transformación digital afecta tanto al usuario, que planifica sus viajes y paga sólo por aquello que usa y mientras lo usa, generando una demanda de mejores servicios de movilidad compartida, como a la industria del sector de automoción y componentes (de gran peso en la economía y empleo local). La descarbonización, por otra parte, implica un esfuerzo por la electrificación del transporte público y el fomento de este modo entre los usuarios privados, compatible con otros modos no contaminantes como desplazarse en bici o caminar.
Este camino viene trazado por el Programa de Vehículos Limpios, aprobado en 2014, incorporado al Plan Integral de Movilidad Segura y Sostenible de Valladolid (PIMUSSVA) y en proyectos europeos como REMOURBAN, de las primeras convocatorias de Horizon 2020, con Valladolid como ciudad faro en movilidad eléctrica. Además de la promoción de vehículos impulsados por energías alternativas, se han introducido criterios medioambientales en la política de compra pública de vehículos de transporte, se ha impulsado una red de infraestructura de recarga de vehículos eléctricos, de uso público, la mejora del reparto urbano de última milla verde, el uso compartido del vehículo eléctrico y su llegada masiva a las flotas profesionales, y finalmente, un paquete de medidas de discriminación positiva que han sido pioneras, como el distintivo especial de vehículo eléctrico.
La Oficina del Vehículo Eléctrico desde su creación en 2011 es la encargada de la coordinación y promoción de todas las iniciativas públicas y privadas en movilidad eléctrica, así como de proyectos vinculados a los productos y servicios que se generen alrededor de movilidad sostenible.
En la actualidad se trabaja en proyectos relativos a configurar la movilidad como servicio digital, con impulso de los vehículos eléctricos, conectados y automatizados, concediendo prioridad a la innovación en el sector de la automoción. Innovación a través de la colaboración con agentes del ecosistema de movilidad en sectores como la fabricación, componentes, distribución, desarrollo de software, infraestructuras TIC y la infraestructura eléctrica.