- El proyecto "La economía circular en el sector agrario y agroalimentario en Valladolid" demuestra que la mitad de los consumidores, sin saberlo, desarrollan prácticas alineadas con esta filosofía, como la separación de residuos no orgánicos
- La Escuela de Ingeniería Agrícola de la Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE presenta el estudio, financiado por el Ayuntamiento de Valladolid, en la Agencia de Innovación y Desarrollo Económico, y recogido en la nueva web agrocircular.es
La Escuela de Ingeniería Agrícola de Valladolid INEA presentó el viernes 30 de noviembre los resultados de la investigación La economía circular en el sector agrario y agroalimentario en Valladolid en la Agencia de Innovación y Desarrollo Económico de Valladolid. Un proyecto financiado por el Ayuntamiento con 22.320 euros y cuyos resultados muestran el grado de conocimiento y difusión actual, en la ciudad, de una práctica de consumo más sostenible que pretende resolver el problema de la contaminación y hacer posible que los residuos vuelvan al inicio del proceso productivo de manera circular, dándoles una segunda vida útil. A partir de 500 encuestas y entrevistas entre consumidores, distribuidores del pequeño comercio de alimentos frescos y empresas del sector agroalimentario del municipio, los resultados apuntan a que el 85% de los consumidores y el 90% de los pequeños comercios desconocen qué es la economía circular. Para difundir estos y otros resultados del proyecto, INEA -centro adscrito a la Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE- ha creado la página web agrocircular.es
Los resultados muestran un elevado grado de desconocimiento sobre este concepto y la manera de aplicarlo. “A pesar de ello, tanto consumidores como distribuidores y empresas sí realizan una variedad de prácticas de reutilización y reciclaje que están alineadas con la filosofía de la economía circular”, advierte el estudio. “Así, por ejemplo, un 51,4% de los consumidores hace muy a menudo o a menudo separación de los residuos no orgánicos (cartón, vidrio o aceite) y ocho de cada diez establecimientos del pequeño comercio (el 78,8%) usa ya bombillas de bajo consumo”. Por su parte, son varias las empresas agroalimentarias que realizan prácticas de reducción de residuos mediante la reutilización de restos o subproductos de la industria.
Además de esta investigación, el proyecto incluye otras dos fases, una de difusión y otra de puesta en marcha de dos proyectos piloto desarrollados en la finca ecológica de INEA y en la ecotienda Come Sano Come Justo. La fase de difusión se ha centrado en formar y sensibilizar a consumidores sobre buenas prácticas alimentarias, a través de charlas, exposiciones y la elaboración de un folleto informativo que se distribuirá en tiendas ecológicas.
Dos proyectos piloto
Por otro lado, los dos proyectos piloto han buscado potenciar prácticas de circularidad en la producción y en la distribución de alimentos ecológicos. En la Finca INEA se han realizado intervenciones vinculadas a los flujos agroecológicos de materia y energía para mejorar la circularidad de los procesos (paneles solares para los sistemas de riego, cajas nido para mejorar la biodiversidad de la finca, planta de compostaje para reutilizar residuos, sistema de recogida de agua de lluvia, bancos de plantas y alimentos, etc). Y en la ecotienda Come Sano Come Justo se han realizado acciones de concienciación sobre buenas prácticas alimentarias introduciendo la venta a granel de 50 productos. Para dar mayor visibilidad, han organizado una exposición fotográfica y se han repartido trípticos informativos con buenas prácticas de economía circular.
Resultados
INEA ha publicado en su nueva web agrocircular.es tres informes con los resultados de la investigación. Unos resultados que buscan conocer el grado de implantación de un concepto todavía desconocido como es el de la economía circular: “Es difícil preguntar por algo que no se sabe lo que es”.
- Prácticas de EC entre los consumidores
- Prácticas de EC en el pequeño comercio
- Prácticas de EC de empresas agroalimentarias de Valladolid
Prácticas de Economía Circular entre los consumidores
El estudio elaborado con una muestra de 441 encuestas pretende conocer los hábitos de compra, las pautas a la hora de adquirir productos frescos, la conservación y cocinado de los alimentos, las prácticas de gestión de sobras y de residuos alimentarios y el grado de conocimiento de la economía circular. La investigación revela que la proximidad es el principal motivo que mueve al 60% de los consumidores en la elección del establecimiento para la compra. Sólo al 36% le determina el precio y a un 0,6%, los productos ecológicos.
A raíz de esta investigación se conoce que la mitad de los consumidores dice que presta atención a los productos de proximidad (48%) aunque un 8% de ellos lo hace para dar apoyo a la economía local. Precio, confianza y salud también suman motivos a esta elección de producto de proximidad.
Entre otros resultados se sabe que el 70% no compra nunca productos ecológicos y se obtienen otros resultados interesantes de hábitos de compra, de consumo en el hogar, gestión de residuos (el 57% dice que hace siempre separación de residuos de orgánicos y los que compran en ecológicos más un 90%. El 51% dice que separa no orgánicos, utilizando contenedores).
Con todo, el grado de conocimiento de la economía circular es bajo: el 67% (dos de cada tres) sí lo ha oído pero un 85% no sabe concretamente en qué consiste. “Un concepto nuevo e incipiente que casi nadie conoce que lleva a plantear la necesidad de difusión”.
Prácticas de Economía Circular del pequeño comercio de productos frescos de Valladolid
En este sector, el estudio se ha centrado en identificar prácticas de reducción, reutilización y reciclado a través de 119 encuestas entre un universo de 510 establecimientos. La práctica de ahorro más extendida, 8 de cada 10 comercios, es el uso de bombillas de bajo consumo. El 92% declara a sus clientes cuáles son los productos de temporada, la mayoría verbalmente como lo que son de origen local. El 68% no vende productos ecológicos. La razón fundamental es el elevado precio.
8 de cada 10 de los comercios deposita los residuos en su contenedor, una práctica en sintonía con la filosofía de economía circular, si bien, el 81% de los pequeños comercios no ha oído nunca la expresión de EC y un 90% no sabe en qué consiste. El 6% que lo conoce en las tiendas ecológicas.
Prácticas de Economía Circular de las empresas Agroalimentarias
Entre las empresas agrícolas, ganaderas y agroalimentarias, INEA recoge las buenas prácticas de 12 de ellas. LA Alhorva, El Campo, Casasola y Finca INEA entre las agrícolas; Finca La Pedrosa, Cárnicas T. Marcos y Cárnicas Poniente, entre las ganaderas; Helios, Entrepinares, Helados KTC, C&D Foods y Progatecsa, de las agroalimentarias. De ellas extraen las prácticas de Economía Circular de manera que su actividad muestra las posibilidades y el compromiso real con esta filosofía.
Difusión
Al trabajo de campo se suma la difusión del concepto de economía circular: una exposición fotográfica en Come Sano Come Justo y en la Plaza de España; una ponencia en la feria de Ecocultura, la web agrocircular.es y un tríptico de buenas prácticas de EC para las ecotiendas con un calendario de cultivos locales para que sepamos si puede ser un producto local.